Factores que intervienen en el proceso de aprendizaje de un segundo idioma (cuando los que aprenden son niños 😉 )
Es evidente la importancia que ha adquirido en nuestros días la adquisición de una segunda lengua. Desde los años sesenta, numerosas publicaciones científicas han probado empíricamente los beneficios de comenzar el aprendizaje de la segunda lengua en la edad temprana.
Autores como Penfield y Roberts (1959) o Lenneberg (1967) hablan de la primera infancia como el periodo crítico para empezar el proceso de aprendizaje de la segunda lengua, a la vez que se adquiere la lengua materna. Los estudios ponen de manifiesto que si los niños entran en contacto con la segunda lengua de forma natural, estable y continua – desde el nacimiento hasta aproximadamente los tres años- ésta se adquiere de manera simultánea a la lengua materna y por lo general, si se continua con el proceso en las siguientes etapas del desarrollo, las posibilidades de dominar la segunda lengua son más elevadas que si no se ha expuesto al niño al idioma. Los autores hacen alusión a factores neurobiológicos, cognitivos, afectivos, motivacionales y relacionados con la personalidad del niño, como decisivos en el proceso.
Si bien es cierto que los factores anteriormente mencionados son importantes y sitúan al niño en el centro del proceso de aprendizaje, hay otros factores que son clave:
– La didáctica, destacando el papel de los profesores que enseñan el segundo idioma, la metodología que utilizan, los materiales y actividades que proponen… Es decir todos los aspectos directamente relacionados con el proceso específico de enseñar un idioma a niños y niñas.
– El contexto social en el que está inmerso el menor durante este proceso de aprendizaje, siendo los padres y el entorno más cercano los referentes para el aprendiz. Además de los medios de comunicación, el entorno tecnológico… que de manera informal también influyen en el proceso.
– El tiempo. Aprender un segundo idioma lleva su tiempo (al igual que aprender la lengua materna y dominarla). Muchas veces nos olvidamos de este factor y esperamos encontrar resultados milagrosos tras un curso escolar o un campamento intensivo de verano.
No hay recetas mágicas ni consejos infalibles. Tenemos que entender, y aceptar, que aprender un segundo idioma es un proceso complejo que requiere tiempo y paciencia. Lograremos que sea un éxito en la medida en la que tengamos en cuenta todos los factores anteriormente mencionados y consigamos que el niño DISFRUTE y quiera seguir aprendiendo el segundo idioma con el paso del tiempo.
Me encanta que conectes la informacion con publicaciones. Si ahorita nuestros hijos estan aprendiendo ya un segundo idioma (el ingles) cuando piensas que seria bueno introducir un tercero?
¡Gracias Mariel! Con respecto al tema del trilinguismo que planteas hay diversidad de teorías y corrientes de pensamiento. Si bien es cierto que hay una cierta unanimidad a la hora de reconocer la facilidad que tienen los niños para aprender diferentes idiomas si su exposición comienza desde los primeros meses de vida de una forma natural y constante, la realidad con respecto a introducir un tercer idioma -sin que sea el que se utiliza en casa- depende más del nivel de madurez y de las capacidades específicas de cada niño. Puedes encontrar interesantes propuestas para introducir a tu hijo, antes de los 6 años, en el tercer idioma que hayáis elegido, pero asegúrate de que el niño disfruta y que puede utilizar de forma práctica lo que va aprendiendo. El niño sólo aprende cuando encuentra sentido, y utilidad, a lo que aprende ; )
Estaba leyendo, leyendo… y de repente… ¿ya se ha terminado??? Me ha parecido muy interesante, pero me he quedado con ganas de más. Enhorabuena y gracias!
Gracias Marcos! Vendrán más artículos sobre el tema. Si quieres proponer algún tema específico que abordar sólo tienes que mandarme un email a lisi@infanciayeducacion.com. Gracias por visitar la web de Infancia y Educación : )
Gracias a todos los que habéis compartido el artículo a través de las redes sociales ; )