Comparto 10 aprendizajes valiosos que me han regalado estos años de trabajo en las aulas enseñando español en Estados Unidos e Inglés en España.
Todos los niños y niñas son valiosos y tienen algo importante que compartir y mostrarnos a los adultos, es cuestión de mirarles y escucharles con atención para ver qué tienen que decirnos y qué podemos aprender de ellos para acompañarles mejor.
Aprender un segundo idioma es un gran reto, especialmente cuando no está presente en la vida del niño, en su familia o entorno cercano. El proceso supone un gran esfuerzo y es fuente de frustración en muchos casos, por eso es tan importante que les ayudemos a identificar los progresos y reconocer los pequeños pasos que van dando en el camino.
No hay una sola forma de aprender y es necesario planificar las clases atendiendo a los diferentes estilos de aprendizaje. La planificación anual y trimestral, además de una exigencia en la mayoría de escuelas, es una herramienta muy útil para previsualizar nuestras clases y preparar los contenidos y actividades a desarrollar, siendo flexibles y dejando espacio a la espontaneidad, tan necesaria en la atención educativa y en las relaciones humanas.
¡Cuánto valoran nuestra presencia! sentir nuestra entrega y confianza en ellos y en el proceso curso tras curso, acompañándoles y sosteniéndoles en sus dificultades. Las familias de los niños también valoran mucho este compromiso.
La diversidad siempre aporta valor. Un grupo heterogéno permite el aprendizaje social, un elemento muy valioso, saludable y necesario en el desarrollo integral del niño/a.
Ser nosotros mismos, auténticos, a la vez que conscientes de los aspectos en los que debemos mejorar. Si queremos fomentar la conexión emocional y la confianza debemos ser y mostrarnos verdaderos, coherentes.
Dos retos de los retos con los que convivo: encontrar un equilibrio entre el cuidado del proceso y la atención de las necesidades de los niños y niñas a la vez que aseguramos el cumplimiento de los objetivos curriculares establecidos, especialmente en el último ciclo de primaria, y encontrar un balance entre crear un vínculo de apego con el grupo a la vez que respetamos las individualidades y fomentamos la autonomía de cada niño/a.
No hay un acento mejor que otro. Además del lenguaje, utilizar el idioma de forma correcta y clara, es importante conectar emocionalmente con los niños y contar con las herramientas pedagógicas necesarias para acompañar al grupo y a cada niño y niña de forma individual. La fuerza de voluntad, la resiliencia y la flexibilidad son capacidades valiosas y necesarias para afrontar los retos propios de la convivencia y del mundo complejo en el que vivimos.
If you don’t use it, you lose it! Lo que no se utiliza, se olvida. Lo ideal, en términos de aprendizaje significativo, es que haya coherencia entre lo que se aprende y se fomenta en la escuela y en la familia, entendiendo que son contextos diferentes pero que deben caminar de la mano para que el proceso tenga un mayor sentido para el niño/a. En el aprendizaje de un segundo idioma, la práctica cotidiana es fundamental para la integración.
He aprendido a reconocer mis fortalezas y aceptar mis limitaciones, a reconocerme como una educadora en constante aprendizaje, abierta a explorar diferentes formas de conectar con los alumnos/as, con las familias, y con otros profesionales que afrontan la labor con valentía y con un gran sentido de la responsabilidad.