Ideas valiosas y necesarias que se compartieron el pasado fin de semana en el I Congreso de Educación Emocional organizado por ASEDEM en Sevilla (gracias a los organizadores, ponentes y asistentes por crear un lugar de inspiración y aprendizaje!)

  • Poner el foco en los buenos tratos a la infancia, como derecho y necesidad fundamental y legítima y como medida para evitar problemas de convivencia que en muchos casos llevan al niño/a a desarrollar modelos de relación personal y social dañinos que se intensifican en la etapa adolescente y adulta.
  • Es fundamental que los adultos que acompañamos a los niños y niñas tengamos herramientas para ayudarles a resolver los conflictos de forma asertiva y pacífica. La formación continua en este ámbito debería ser una prioridad de los educadores para conseguir que el hogar y la escuela sean espacios libres de violencia y referentes en el aprendizaje de resolución de conflictos desde la educación emocional (recomiendo leer el libro la Comunicación no violenta de Marshall Rosenberg para profundizar en el concepto de “violencia” ya que implica un trabajo personal importante para reaprender nuevos patrones de lenguaje y comunicación verbal y no verbal).
  • La educación emocional no evita los conflictos, necesarios y naturales en la convivencia entre personas y fundamentales para el crecimiento personal, y tampoco cambia el mundo tenso, acelerado, incierto, inestable y lleno de desafíos en el que vivimos pero es una herramienta personal valiosísima para relacionarnos desde la identificación y comprensión de nuestras necesidades, y de las de los demás, y una guía interior para desarrollar fortalezas internas, tomar decisiones cuidando el bienestar emocional y ayudarnos a recuperarnos de las dificultades.
  • La educación emocional nos invita a mirar en nuestro interior y mirar a fuera, al mundo. El bienestar emocional implica cuidar de mí y cuidar del otro, buscar coherencia personal y participación social para aportar y transformar.
  • Las emociones y el aprendizaje están intimamente relacionadas y la escuela es un espacio social de referencia que debe ser seguro y tener en cuenta todos los elementos de apego y de relación que los niños y niñas necesitan para que fluya el aprendizaje.
  • La queja y la crítica NO transforman, además generan malestar emocional, el autoconocimiento, la comunicación asertiva, la reflexión y la participación, . ¿Qué necesito para estar mejor? ¿Cómo puedo ayudar al otro? ¿qué podemos hacer juntos?
  • Las habilidades emocionales se entrenan, por eso los centros educativos son los espacios de referencia para el aprendizaje social, para identificar y “normalizar” los buenos tratos, aprender las bases para resolver los conflictos derivados de las diferentes necesidades que tenemos las personas, tomar conciencia de la importancia de nuestras palabras, de lo que comunicamos con nuestro lenguaje, verbal y no verbal (los gestos, el tono…) y aprender a participar activamente en las decisiones que nos afectan directamente.
  • Las emociones viven en nuestro cuerpo. Sentirlas, identificarlas y aprender a vivir con ellas evitando que queden retenidas en nuestro ser, forma parte del autocuidado y del aprendizaje emocional para vivir con mayor equilibrio y conexión.
  • La educación emocional está relacionada con el desarrollo espiritual, como necesidad humana fundamental, no vinculada necesariamente a una religión, como parte de nuestra riqueza y vida interior y nuestra forma de relacionarnos con el mundo (recomiendo la lectura y reflexión sobre el tema de la interioridad y la espiritualidad en el ámbito educativo para desterrar falsas creencias al respecto)
  • En educación emocional, la principal herramienta pedagógica somos nosotros, las personas, trabajando en desarrollar nuestra fortaleza interior y en aprender, para poder luego enseñar, a afrontar los retos a través del amor, la empatía y el bienestar individual y social. Este es un trabajo que nos va a llevar toda la vida y quizá no veamos resultados a corto plazo, pero somo “sembradores” de un nuevo paradigma y nuestra aportación verdaderamente tiene un sentido transcendental.

La educación emocional es una necesidad y depende de nuestro compromiso individual y social para conseguir que esté en nosotros y que desde allí, llegue al mundo.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies