“Hola, me llamo Ángela.
Soy voluntaria en el “Tent School” de Yadthady, en el estado de Karnataka (India). Llevo 4 meses colaborando y me encanta el proyecto. Tent significa tienda de campaña y School significa escuela. El proyecto se llama así ya que nuestra escuela es una especie de tienda de campaña, construida con una estructura de troncos de bambú y hojas de palmeras de coco.
“Tent School” es un proyecto de FSL India (Field Services and Intercultural Learning). Es una escuela para niños de familias itinerantes de Andhra Pradesh y otros estados de India que carecen de trabajo en sus pueblos natales: se dedican a la agricultura o a la construcción pero en temporada baja apenas tienen ingresos ya que no hay trabajo y tienen que buscar otras alternativas para poder sobrevivir y son contratadas por una empresa que se dedica a la construcción de carreteras (entre otras cosas). Las familias viajan con los niños cientos de kilómetros (estos viajes suelen durar días) en la parte trasera de camiones. Una vez que llegan a Yadthady, son trasladados a lo que va a ser su hogar durante la duración de su contrato: una estructura pequeña, construida con cuatro placas de aluminio como paredes y otra placa como tejado. La empresa para la que trabajan les facilitan agua en barriles (no estoy segura si es potable ya que tiene restos de arena y otros sedimentos) y electricidad. No tienen aseos. Al lugar donde viven, lo llamamos “el campamento” y hay muchos en todo el país: es un problema nacional en el que estas familias de castas más bajas carecen de derechos básicos como la dignidad, la educación y otros muchos.
Los niños de estas familias no pueden ir al colegio porque su idioma natal es Telugu y aquí en Karnataka se habla Kannada por lo que cuando los padres se marchan todos los días a trabajar, los niños se quedan solos en el campamento donde viven.
En la escuela trabajo con una profesora local, Shalini, que habla Telugu y que siempre está ahí para ayudarme en lo que necesite. Debido a la diferencia de edad de los niños y niñas, comprendidas entre los 2 y los 13 años, es difícil dar clase ya que cada uno tiene unas necesidades diferentes que intentamos cubrir de la mejor forma posible. En este momento trabajamos con 16 niños. Teníamos un grupo más grande pero a algunas familias se les terminó el contrato y se marcharon, no sabemos si de vuelta a sus pueblos o a trabajar en otro lugar del país. Fue muy duro despedirme de los niños y no saber que va a ser de ellos pero, al mismo tiempo, estoy muy contenta porque he podido formar parte de sus vidas durante un tiempo, enseñarles, jugar con ellos y cuidarles.
Así es un día normal en nuestra escuela:
Primero vamos al campamento donde viven los niños a recogerles, aunque muchos ya nos están esperando en la escuela, ¡lo cual es una señal de que les gusta! Llenamos las botellas de agua para asegurarnos de que los niños se mantienen hidratados por lo menos durante las horas que estamos con ellos.
Una vez estamos todos reunidos en la escuela, cantamos una canción y hacemos ejercicios de gimnasia. Después dividimos a los niños en grupos: los pequeños se entretienen jugando mientras Shalini y yo enseñamos a nuestros respectivos grupos a escribir, contar, los números, inglés básico, formas, colores, … y a los más mayores matemáticas, caligrafía… El aprendizaje es muy lento, debido fundamentalmente al hecho de que muchos de los niños no han ido al colegio antes, pero quieren aprender y les gusta, aunque se distraigan en seguida, como cualquier otro estudiante.
Una vez terminadas las lecciones del día, hacemos manualidades (colorear, pulseras, plantar semillas…).También hemos ido de excursión: a templos, al cine, a un centro de aventuras…
Nuestra labor va mas allá de la enseñanza: a veces vienen con cortes, fiebre, ampollas… Tenemos un botiquín para atenderles y también hemos tenido que ir al hospital en alguna ocasión ya que sus padres no se encontraban presentes y necesitaban atención inmediata. Aun así, los niños vienen a la escuela. Son niños fuertes, sonrientes y con ganas de aprender. Incluso nos piden que vayamos los sábados y los domingos. Hemos dado una sesión informativa a las familias del campamento a cerca de higiene y prevención de enfermedades así como sobre la importancia de que sus hijos asistan a la escuela.
También hemos reparado varias veces la escuela en la época del monzón (con ayuda de otros voluntarios) y nos aseguramos de que los alrededores de la escuela se mantengan limpios (quemamos la basura una o dos veces por semana ya que aquí no hay gestión de basura) para prevenir enfermedades como la malaria.
En resumen, intentamos dar a los niños la atención, el cariño y el cuidado que necesitan todos los días. A veces, un simple abrazo o coger a un niño en brazos cuando está llorando, es más importante que la lección preparada”
Ángela García Carro
Voluntaria en FSL India (Field Services and Intercultural Learning).
Localidad/País donde se desarrolla el proyecto: Karnataka,India
Proyecto: “Tent School”
Área de trabajo: Educación
Duración del voluntariado: 6 meses
País de origen de la voluntaria: Irlanda
Fotos propiedad de Jorge Ruíz Villasante, prohibido su uso sin autorización del autor.