La participación infantil y juvenil es un derecho fundamental pero ¿qué tipo de participación promovemos las personas y las organizaciones que trabajamos con niños y/o jóvenes? ¿es dicha participación realmente efectiva?
Tratando de conectar la teoría con la práctica, he elaborado un compendio con los 10 principios que considero fundamentales para llevar a cabo una participación efectiva de los niños, niñas y jóvenes en el ámbito social.
Espero que te resulten útiles y te animen a pasar a la acción 😉
LA PARTICIPACIÓN SOCIAL INFANTIL Y JUVENIL ES UN DERECHO FUNDAMENTAL.
La Convención de los Derechos de la Infancia reconoce de forma explícita y clara el protagonismo de la infancia y su capacidad de participar en la sociedad. El derecho a participar pertenece a TODOS y TODAS sin exclusión ninguna por razones de raza, sexo, idioma, religión, el origen nacional, étnico y social, la posición económica, los impedimentos físicos, el nacimiento o cualquier otra condición del niño, de sus padres o de sus representantes legales.
HAY DIFERENTES NIVELES Y FORMAS DE PARTICIPACIÓN.
¿ A qué llamamos participación? ¿Tenemos todos los educadores y agentes que intervenimos con la infancia las mismas creencias acerca de este término? Hay mucha bibliografía publicada pero os recomiendo uno de los recursos más citados, La Escalera de Participación de Roger Hart, explicado de una forma muy pedagógica por nuestros amigos CIBERCORRESPONSALES. ¿En qué escalón de la escalera te encuentras tú o tu organización?
A PARTICIPAR SE APRENDE PARTICIPANDO.
Los niños, niñas y jóvenes aprenden de forma significativa a través de la experiencia, el conocimiento y las emociones. El derecho a la participación supone una cierta capacidad genérica para participar, por lo que esta capacidad debe desarrollarse. No es suficiente con reconocer este derecho si no que es necesario formar, a través de la práctica, en las competencias participativas.
LOS NIÑOS, NIÑAS Y JÓVENES DEBEN PARTICIPAR EN LOS TEMAS QUE LES AFECTAN DIRECTAMENTE.
Y en los asuntos que les son significativos en su experiencia cotidiana. Es necesario promover experiencias que les permitan aprender a participar en su entorno más cercano. La familia, la escuela y la localidad en la que viven constituyen los principales ámbitos de referencia para iniciar la acción participativa. Promoviendo estos procesos estamos educando a los niños y niñas para que sean ciudadanos activos HOY.
LA PROMOCIÓN DEL DERECHO A LA PARTICIPACIÓN ES UNA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA.
Un responsabilidad compartida entre los órganos públicos, las organizaciones civiles y la comunidad en general. En la medida en que cada organización atiende e incide en diferentes aspectos, todos deben contemplar y poner en práctica acciones encaminadas a promocionar la participación infantil y juvenil de una manera operativa y eficaz.
ES PRECISO CONTAR CON LOS CANALES, LOS MEDIOS Y LOS RECURSOS ADECUADOS.
Los programas de participación infantil y juvenil requieren de unos recursos que son necesarios contemplar en el proceso inicial del proyecto para asegurar una verdadera participación infantil, efectiva y sostenible en el tiempo.
LOS ADULTOS TENEMOS QUE ESTAR DISPUESTOS A ASUMIR LAS IMPLICACIONES QUE CONLLEVA UNA VERDADERA PARTICIPACIÓN INFANTIL.
Desterrando los mitos del poder de los niños y niñas y promoviendo relaciones más horizontales. En la medida en la que los menores se impliquen y tomen como suyo el proyecto en el que se les propone participar, más nos estaremos acercando a un verdadero modelo de participación.
EL DERECHO A LA PARTICIPACIÓN LLEVA ASOCIADO EL DEBER DE LA RESPONSABILIDAD.
Participar implica poner en común todas las opiniones e intereses y lograr consensos con el fin de representar y cubrir las necesidades de tod@s. Asumir la responsabilidad que conlleva participar de forma activa en los temas que les afectan directamente es parte del proceso de aprendizaje.
EL FIN ÚLTIMO QUE DEBE MOVERNOS ES LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL.
Participar es implicarse, querer cambiar las cosas y aspirar a transformarlas hacia algo mejor. Implicarse en la vida social supone que los niños y niñas se preocupan, reflexionar, hablan y proponen mejoras en aquellos aspectos relacionados con su vida cotidiana que consideran que mejora la calidad de vida de tod@s.
LA PARTICIPACIÓN ES UNA ACTITUD, UNA FILOSOFÍA DE VIDA.
La participación es un derecho, no una obligación. Promoviendo la participación infantil y juvenil estamos fomentando el empoderamiento y la capacidad de decidir de los niños y niñas en los temas que les afectan en su presente.