Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) han cambiado nuestra forma de ver y relacionarnos con el mundo, han modificado los patrones de acceso al conocimiento y han impactado directamente en el modo en el que nos relacionamos con los demás.
Cada vez hay más información y publicaciones acerca de las nuevas tecnologías, la educación y la infancia. Unos hablan de “nativos digitales”, un término acuñado por el autor estadounidense Marc Prensky en 2001, refiriéndose a la generación que ha nacido en medio de la cultura tecnológica y que está familiarizada con todos estos recursos tecnológicos. Otros huyen de esta visión y consideran que no hay ninguna necesidad de zambullirse en el mundo digital a edades tempranas. Defienden que como mejor se aprende es tocando, escuchando, hablando y jugando con el mundo “real” que nos rodea y consideran que esta “invasión tecnológica” no es positiva en los primeros años de vida de los niños. Y otros tantos investigadores y expertos en la materia aceptan y defienden la integración de las nuevas tecnologías en la vida de los niños pero sin sustituir a las experiencias físicas de contacto y relación con el entorno.
Ante esta diversidad de posturas lo que sí parece claro es que:
- Como educadores no podemos quedarnos al margen de esta realidad tecnológica en la que estamos inmersos y es importante reflexionar acerca de cómo queremos abordar el tema en el contexto educativo que nos ocupa.
- Siempre es mejor tener una visión positiva y aprovechar de las nuevas tecnologías aquellos aspectos que más nos interesen o que mejor se adapten a nuestra filosofía educativa frente a la idea de dar la espalda y negar el uso y los beneficios que las nuevas tecnologías pueden aportarnos.
- Los adultos debemos hacer un uso responsable de la tecnología y a la vez tenemos que fomentar el uso adecuado y seguro de estos recursos por parte de los niños y niñas.
Compartimos algunos artículos y recursos que te pueden resultar interesantes: